Tuesday, June 16, 2009

El valor de las cosas...

Sí que es curioso el constatar el valor que tiene cada cosa en nuestras vidas.

Más curioso aún es constatar el distinto valor que esa misma 'acción' tiene en unos y no en otros.

Si hablara con mi mejor amiga o con mi maestra de Reiki, seguro me dirían que existe un valor energético a cada cosa y que una de las mejores expresiones de valor en estos tiempos es:

El Dinero.


-Bien!- cuando tratas de entender el por qué debe cobrarse una sesión de Reiki por ej., lo que para mi es algo no tan evidente y porfío un poco en eso.

Pero el ver y vivir cómo una simple e impregnante sensación llega a traducirse en algo monetario,
es descolocante.

Un ejemplo de esto es una simple llamada telefónica...

Quizás la simpleza no estaba en el teléfono ya que cualquiera no servía, ni en el lugar donde éste se encontraba ya que las condiciones climáticas no favorecían nada su localización.
Simple no fue el correr con la lluvia en contra por el viento con la sensación ascendente de que algo en mi físicamente estaba mal y que la impresión era de que pronto desmayaría.
Curioso cuadro semiológico para un momento tan 'simple'-pensaba-.

Al final tampoco diré que su simpleza estaba en el destino de la llamada, porque además de único, ése número es uno de los más difíciles de hacer efecto para mi.
Tampoco lo era la persona a la que estaba destinada esa llamada ni mucho menos la hora a la que intenté esa conección.
Al final, nada fue simple de esa 'simple llamada'
que me trajo a colación un sin fin de sensaciones dispares y las que se tradujeron en una simple tarifa monetaria y expensiva...


Al volver sólo pensaba en lo que se había traducido esa extraña impulsividad, en las emociones que me provocó sin supuesta razón y en lo que se transformó una vez concluído todo:

En un simple cambio de billete a monedas locales...